pueden utilizarse sobre todas las pieles, exceptuando las alérgicas a la avena. Es aconsejable que la usen personas con dermatitis atópica y los bebés. Esto se debe a que las propiedades dermatológicas de la avena son muchas y muy variadas:
- Sus partículas absorben la suciedad y los residuos celulares respetando y cuidando la estructura cutánea.
- Debido al fósforo que contiene, disminuye la dureza del agua, lo que se traduce en una acción suavizante y relajante.
- Al estar compuesta de lípidos y substancias absorbentes de agua, evita la deshidratación de la piel y mantiene una barrera protectora frente a las agresiones externas.
- Las proteínas que contiene mantienen el pH de la piel en 5,5.
- Produce una acción hidratante y emoliente sobre la piel.
- Calma las irritaciones de la piel, tanto de origen alérgico como de otra causa, así como el prurito.tratamientos para el cuidado de la piel, en donde la avena es la protagonista:
- Para limpiar la piel: La avena ayuda a disminuir el acné, los granos y espinillas. Mezcla 2 cucharadas de harina de avena con una cucharadita de miel y 2 claras de huevo hasta que obtengas una pasta homogénea. Esparce la crema sobre el rostro y déjalo actuar por 30 minutos. Pasado el tiemo lavate la cara con agua tibia y verás que los resultados serán asombrosos.
- En el caso de las quemaduras: La avena alivia la irritación y el dolor causado por la exposición al calor, ya sea a los rayos del sol o al fuego u objetos calientes. Lo único que tienes que hacer es aplicar harina de avena sobre la piel afectada, ya sea sola o mezclada con sábila para que la irritación disminuya.
- Exfoliaciones caseras: La avena es muy buena para eliminar las células muertas y las impuresas que se acumulan, generalmente, en el rostro. Mezcla 2 cucharadas de avena en hojuelas con dos cucharas de leche o agua tibia y forma una pasta. Unta la pasta sobre todo el rostro con movimientos circulares, deja que actue por 15 minutos y enjuaga con agua tibia. Para el caso del resto del cuerpo, mezcla 1/2 taza de avena en hojuelas, con media taza de sal marina molida y 2 cucharadas de aceite de oliva. Aplícate la pasta cn la ayuda de un guante y realiza movimientos circulares. Luego de 10 minutos enjuaga la piel con toques de agua fria y caliente, los resultados serán una piel limpia y tersa.